Estrenamos este bar hablando de uno de los destilados más populares y consumidos en todo el mundo: el whisky. Y lo hacemos con un artículo práctico con que ayudar a identificar qué tipo de whisky (o whiskey) tenemos delante. La mejor forma de averiguarlo es echar un vistazo a la etiqueta, aunque para ello es preciso conocer una serie de conceptos que nos ayuden a descifrar lo que dice en ella. Como el universo del whisky no es precisamente pequeño, vamos a centrarnos en el estilo más representativo de todos ellos: el Scotch Whisky. El Scotch Whisky es aquel que ha sido elaborado, destilado, envejecido y embotellado en Escocia. Este país exporta 36 botellas por segundo al resto del mundo, lo que deja unos ingresos anuales de más de 6.000 millones de euros para la economía escocesa. Pero no nos vayamos del tema. ¿Cómo sabemos si el whisky que tenemos delante es de la variedad Scotch o no? Esto es lo primero que nos vamos a encontrar en la etiqueta, porque sólo los whiskies elaborados, destilados y embotellados en Escocia pueden llevar la denominación Scotch Whisky. Lo podemos observar en la siguiente imagen correspondiente a una etiqueta de GlenDronach, donde hemos redondeado con rotulador rojo la denominación de Scotch Whisky.
En cambio en otros whiskies, como el español DYC, que se elabora en Segovia, no encontramos este distintivo por ningún lado.
Single malt (o whisky de malta)
Si os fijáis en la primera etiqueta, observaréis que la denominación Scotch Whisky viene precedida por la descripción Single Malt. Esto nos viene a decir que lo que tenemos delante es un whisky de la variedad single malt, una de las cuatro que conforman el ecosistema de los whiskies escoceses. En algunas destilerías, como es el caso de la que elabora GlenDronach, se incluye además el área geográfica donde se encuentra, en este caso las highlands. Esto también nos ayuda a identificar qué es lo que nos vamos a encontrar a la hora de beberlo, ya que dependiendo de la zona donde se haya elaborado el whisky, éste tendrá una gama de aromas u otra.
En Escocia hay tres áreas principales de producción: las lowlands, las highlands y las islas. Un whisky elaborado en las islas escocesas va a tener un marcado aroma marino que no vamos a poder identificar en otro procedente de las lowlands, donde predominan las notas florales. Pero no todas las destilerías utilizan esta división geográfica para identificar sus productos. Muchas de ellas prefieren hacer referencia al lugar concreto donde se elaboran. Es, por ejemplo, el caso de Cardhu, que siempre incluye en sus etiquetas el distintivo Speyside, una de las subzonas de las highlands. En esta otra etiqueta de una edición limitada de Lagavulin se nos dice que ha sido elaborado en Islay, una de las islas escocesas productoras de whisky.
Pero no nos perdamos con la geografía. ¿Qué significa que un whisky sea Single Malt? Básicamente dos cosas. La primera: que durante el proceso de fermentación sólo se ha utilizado cebada malteada como ingrediente cereal (todos los whiskies se elaboran a partir de cereales). La segunda: que ha sido elaborado, envejecido (con un mínimo de 3 años) y embotellado en una única destilería.
Whiskies de grano
En el Single Malt la cebada malteada es el único cereal empleado, pero eso no significa que sea el único con el que se elabore whisky en escocia. Aquí es donde entra en juego la segunda variedad, conocida como whisky de grano, que además de la cebada también utiliza maíz, centeno o trigo como materia prima. Una peculiaridad de este tipo de whiskies es que el cereal no se maltea, sino que se cuece. Además, se utiliza un tipo de alambique diferente al empleado para elaborar los Single Malts -el llamado alambique de columna, o de destilación continua-. Estos whiskies son poco frecuentes, debido a que son mucho menos intensos en cuanto a aroma y sabor que los Single Malts.
Blended
A veces echamos un vistazo a una etiqueta de whisky y nos encontramos con una curiosa denominación: blended. ¿Qué significa esto? Pues que estamos ante otro tipo de scotch whisky. El J&B o el Johnnie Walker Red Label pertenecen a esta categoría, tal y como podemos apreciar en la siguiente imagen.
Estos whiskies son el resultado de una combinación de distintos whiskies de malta y de grano, y no tienen por qué haber sido elaborados en la misma destilería. Pongamos un ejemplo: para elaborar el J&B se utilizan más de 30 whiskies de malta diferentes y seis de grano. ¿Y para qué se hace esto? Para intentar agradar a todos los paladares. Los single malt son whiskies de gran personalidad y es probable que a quien le guste el whisky que se elabora en las lowlands no le agrade tanto el originario de las islas. El whisky blended, en cambio, es más homogeneo. Por eso resulta ideal para combinar con refrescos.
Pure malt (o vatted malt)
Si en la etiqueta figura la denominación Pure malt -en algunos se indica Vatted malt o también Blended Malt- estamos ante un whisky elaborado a partir de la mezcla de diferentes Single Malts. El Green Label de Johnnie Walker es un buen exponente de este tipo de whiskies.
Con estos conceptos ya podemos hacernos una idea del tipo de whisky que tenemos ante nosotros echando un vistazo a la etiqueta de la botella. Pero hay etiquetas más complejas, donde figuran expresiones como “single barrel”, “non-chill filtered”, “cask strengh”… ¿Y esto qué significa? A continuación vamos a traducirlo.
Single barrel
En los whiskies de malta, a pesar de que se elaboran en una única destilería, el contenido de la botella no procede de una única barrica, sino que es el maestro mezclador quien va combinando las diferentes barricas hasta conformar el cuerpo de cada producto. Por eso hay whiskies de 12 años, de 15 años, de 18 años… Por cierto, que el indicativo de la edad en la etiqueta lo que nos viene a decir es la edad mínima de las barricas que se han utilizado para elaborar ese whisky. Pero cuando tenemos ante nosotros un Single barrel (también se utiliza la expresión Single cask) podemos estar seguros de que lo que vamos a beber ha sido embotellado de una misma barrica. Eso no significa que el whisky sea mejor o peor, pero sí que podemos encontrarnos un carácter más acentuado en el paladar.
Cask strengh
Antes de ser embotellados, los whiskies suelen rebajarse con agua destilada y, en ocasiones, se les añade un colorante de caramelo para darle mayor homogeneidad de sabor y color. De esta forma se evita que dos botellas de la misma destilería y del mismo producto puedan tener matices y graduaciones diferentes. Sin embargo, en ocasiones las destilerías sacan al mercado ediciones especiales denominadas Cask strength. Este indicativo nos revela que el whisky no ha sido rebajado durante el proceso de embotellado, sino que procede directamente de la barrica.
Non-chill filtered
Más curiosidades de los whiskies escoceses: cuando se abre una barrica para proceder al embotellado, se utilizan filtros que eliminan las partículas que la madera haya podido transmitirle al líquido durante el proceso de envejecimiento. ¿Y qué significa que en una etiqueta figure “Non-chill filtered”? Pues que el contenido de esa botella no ha sido sometido a ningún proceso de filtrado, por lo que es frecuente que nos encontremos ‘habitantes’ a la hora de servirlo. Aquí os pongo dos ejemplos de sendas ediciones especiales de Ardbeg y Glenlivet.