La respuesta a la pregunta que encabeza este blog es obvia: no. La receta original del gin-tonic exige que lleve ginebra, tónica y un elemento aromatizador. Cambiando cualquiera de los dos primeros términos el resultado final de la mezcla siempre será otra cosa. Podrá gustar más o menos, pero no puede denominarse gin-tonic, independientemente de su grado de aceptación, éxito o rechazo. Este principio se aplica a todos los cócteles que cuentan con una receta original, en la mayoría de los casos aceptada por la International Bartender Association (IBA).
¿Y a qué viene esto? El tema en cuestión tiene que ver con un post que publiqué hace unas semanas titulado “El mojito no lleva Fanta. ¡A ver si nos enteramos!”. En él comentaba cómo en algunos establecimientos existe una cierta confusión a la hora de pedir un mojito, llegando a encontrarte sorpresas como sustituir la soda por Fanta de limón. Al hilo del post recibí en mi cuenta de Twitter algunos comentarios respecto a la contundencia con la que expresaba mi opinión. Desde la cuenta oficial de Brugal en España (@RonBrugal_ES) me mandaban un respetuoso twitt con un video que explicaba cómo hacer un Golden Mojito con Brugal… ¡y Ginger-Ale! Y desde el madrileño Sabocca (@SaboccaBar) me invitaban a probar el suyo, con ron venezolano de base en lugar de cubano.
La International Bartender Association establece claramente en su lista oficial de recetas qué es un mojito y cuáles son los ingredientes que debe incluir. Entonces… ¿puede algo que lleva Ginger-Ale calificarse como mojito? No, no puede. De hecho Brugal llama al suyo Golden Brugal para indicar que es una versión y no un mojito original. Si en algunos establecimientos indicaran en su carta que lo que sirven es un mojito con Fanta en vez de un mojito original nadie se llevaría sorpresas a la hora de pedirlo cuando te encontraras burbujas de limón flotando por la copa.
¿Significa esto que la receta del mojito debe realizarse fielmente sin variaciones ni modificaciones? Pues no. Porque si todo el mundo sirviera el mismo mojito original no habría ninguna diferencia entre pedirlo en un local o en otro, cuando precisamente son las variaciones las que diferencian a los barmans y permiten encontrar nuevos matices, sabores y rituales de servicio. En Sabocca han creado su propio estilo mojitero, con una base de ron venezolano en lugar de ron blanco cubano. Incluso desde aquí siempre hemos animado a experimentar con nuevas variaciones, como es el caso del ‘mojito de invierno’.
Adaptar una receta a los gustos de tus clientes o a tu estilo como bartender siempre será bienvenido, pero llegado el caso en que las variaciones se alejan demasiado de la receta original (hay sitios donde hasta lo preparan con mermelada), no puede admitirse que se siga llamando Mojito (a secas), de la misma forma que un gin-tónic con Sprite en lugar de tónica nunca será un gin-tónic… aunque puede que a ti o a mí nos guste más la versión modificada que la receta original. Que además de eso de trata. Por cierto, en lo que a mojitos se refiere, en Diffordsguide puedes encontrar unas cuantas de estas versiones. Ninguna es un mojito original, pero es que tampoco hace falta que lo sean.
Mi Twitter, para experimentar con mojitos y similares: @CulturaDeBar