A todos los bartenders nos pasa. Siempre hay algún cliente, un amigo o alguien que se acerca a preguntarnos qué ginebra, whisky o ron es mejor. Y, claro, ante una pregunta tan categórica se nos queda un poco cara de circunstancia: “Pues depende de tu gusto, de si te gusta tomarlo sólo o combinado, de si tienes preferencia por los sabores dulces, ahumados, cítricos, florales, amargos…”. Pero sucede que normalmente quien pregunta algo así no espera una respuesta de este tipo, lo que espera es que le des una marca, un nombre con el que ir al supermercado y presumir de botella en casa con sus amigos. Si eres de los que esperan que este post te resuelva la duda, deja de leer, porque el mejor destilado SIEMPRE va a ser el que más te guste a ti. Conozco gente que lleva años pidiendo un gin-tónic de MG y, por muchas marcas de las denominadas New Western Gin que pruebe, siempre termina arrugando el gesto: “Si es que a mí es la que me gusta”, suele responder.
Sin embargo, si el primer párrafo no te ha convencido y buscas algunos trucos que te sirvan para decidir qué botella comprar en caso de duda, aquí te dejo algunas recomendaciones de lo que no deberías tener en cuenta a la hora de decidir entre una u otra.
1- Una ginebra más cara no tiene por qué ser mejor que otra más barata
El primer elemento del que no debes fiarte es el precio. Instintivamente tendemos a pensar que si un producto es más caro que otro, esa diferencia de precio se debe a la calidad. Y no es así. Un precio alto puede deberse a varios factores que en muchos casos no guardan ninguna relación con la calidad del licor: un coste del envase muy elevado, una inversión muy fuerte en publicidad que hay que rentabilizar subiendo el precio, un sistema de producción poco eficiente y, por tanto, caro, etc. Además, los departamentos de marketing de las marcas de destilados saben que tú, como consumidor, siempre vas a mirar con mejores ojos una botella que tiene un precio superior con respecto a otra más barata. Por eso en ocasiones lanzan sus productos al mercado con un precio muy alto. De esta forma intentan que su marca sea percibida como de una alta calidad. Hay casos en los que es así, pero en otros mucho simplemente se trata de una estrategia.
2- Que ponga ‘Premium’ en la etiqueta no significa nada
En los últimos años hemos visto cómo las marcas de destilados -sobre todo las nuevas- iban construyendo cada vez más categorías de mercado para intentar posicionar su producto por encima del resto. Por eso encontramos etiquetas llenas de conceptos como ‘Premum’, ‘Súper Premium’ o ‘Ultra Premium’. ¿Quién otorga estas certificaciones de premiumcidad? Pues nadie. Que en un destilado ponga que se trata de un producto Premium tan sólo significa que el fabricante ha escrito esta denominación en la etiqueta. Nada más. No es un sello de calidad regulado ni nada por el estilo. Nuevamente estamos ante otra ocurrencia de los departamentos de marketing para intentar que sus productos sean percibidos como de mejor calidad que los de la competencia. Si quieres un ejemplo
3- No te fíes de una botella bonita: a veces vale más el continente que el contenido
Que una botella sea bonita no significa necesariamente que lo que contenga sea bueno. Una etiqueta llamativa o un diseño atractivo simplemente son eso: un envase bonito. Pero no olvides que lo que tú vas a comprar es un licor o un destilado, no la botella que lo contiene. Existen casos, sobre todo en el segmento de las ginebras, en los que la empresa que produce el destilado se gasta más dinero en el diseño de la botella que en la materia prima y el proceso de destilación para elaborar la ginebra. No exagero si te digo que hay alguna marca que ha tardado años en elegir el diseño de su botella, invirtiendo fuertes sumas de dinero. ¿Por qué? Pues porque tendemos a pensar que un envoltorio atractivo encierra un contenido de calidad. De ahí que muchas marcas prefieran ganar vendes a través del envase que rellenando éste con un buen producto. Ojo, con esto tampoco pienses que las marcas que tienen las botellas más llamativas del mercado son las que venden un destilado de peor calidad. Las hay que no sólo cuidan su exterior, sino también -y sobre todo- lo que van a meter en su interior.
4- Ojo con el número de destilaciones: más puede ser menos
Verás que muchas ginebras y vodkas presumen en sus respectivas etiquetas de destilaciones, como si fuera una competición por ver quién tiene el número más alto. Éste no es un baremo que debas tener en cuenta a la hora de elegir una marca u otra, ya que se puede hacer una ginebra excelente con sólo dos destilaciones. Además, en algunos casos esta cifra es engañosa y responde a una estrategia de marketing. Hay ginebras que indican haber sido destiladas 13 veces, cuando en la práctica no es así. Lo que ocurre en realidad es que cada uno de sus 12 ingredientes botánicos han sido destilados por separado y, después, se han mezclado en una destilación común junto con el enebro. Es decir, que a efectos prácticos sólo tiene dos destilaciones.
¿Y esto es mejor o peor que las sí tienen 13 destilaciones reales? Para responder a esta cuestión debes saber que cuantas más veces se destila un alcohol, más se refina y se suaviza pero también más aromas pierde de su materia prima original. Es decir, que esos vodkas que se venden con 40 o más destilaciones son muy suaves en boca y en garganta, pero resultan tan neutros que no saben a nada. Otro aspecto a tener en cuenta es que el nivel de calidad no lo marca el número de destilaciones, sino la precisión del corte en cada una de ellas y la selección adecuada del corazón del destilado. Cuando se destila un alcohol sólo se aprovecha una parte denominada corazón, retirándose lo que se denominan colas y cabezas. Que un vodka o una ginebra tenga muchas destilaciones sólo indica que su alcohol es más refinado, pero no esperes encontrar grandes contrastes aromáticos.
5- Las medallas lucen muy bien, pero todos los destilados han ganado premios
Un aspecto que utilizan muchas marcas para tratar de subrayar su calidad frente a la competencia son las medallas y premios que han ganado en concursos internacionales de destilados. Hay ginebras, vodkas, tequilas y whiskeys que presumen de tener medallas, dobles medallas y premios especiales. ¿Significa que son mejores que el resto? Pues no. Porque si te fijas bien casi todos los destilados de un segmento alto han ganado premios. Hay tantas competiciones en el mundo (algunas de ellas bastante cuestionables) que cualquier nuevo ginebra que sale al mercado ya cuenta con una medalla en su etiqueta sin ni siquiera haber vendido una sola unidad. Los concursos de destilados no son como los Juegos Olímpicos, donde sólo ganan tres en cada categoría. Fíjate por ejemplo en la San Francisco World Spirits Competition; si le echas un vistazo al listado de los ganadores en la edición de 2013 te darás cuenta de que más de 2.000 productos distintos salieron de la competición con una medalla bajo el brazo. Tu paladar siempre será más fiable que lo que diga un jurado. Más que nada porque de lo que se trata es de que te guste a ti.
6- No tengas prejuicios a la hora de probar cualquier marca
Éste es posiblemente el mejor consejo que puedo darte: olvídate de los prejuicios que crea la publicidad. Puede que no te fíes de esa marca que tiene la etiqueta tan fea y de la que jamás has oído hablar, pero quizás te lleves una sorpresa. Lo mejor es que te guíes por tu paladar y no por las estrategias de marketing que ponen en práctica las marcas y distribuidoras. Por si te sirve de ejemplo: ¿sabías que el año pasado la ginebra de marca blanca de supermercados Aldi ganó una cata a ciegas obteniendo mejor puntuación que algunas de las marcas más conocidas?
