Con los gin-tonics pasa como con las clásicas zapatillas de lona. Es algo sencillo y claśico que durante años pasa desapercibido y, de repente, se pone de moda de tal manera que termina derivando en un sinfín de combinaciones, estilos y novedades. En el caso de las zapatillas de lona estilo Converse, han llegado a venderse desde modelos con tachuelas a kits para personalizarlas con purpurina. En el de los gin-tonics, ahora se hacen esferificaciones, espumas y hasta croquetas de este cóctel a base de ginebra y tónica. Por no hablar de la obsesión por llenar la copa de frutas, flores y otros elementos botánicos hasta transformarla en un gazpacho. Y al igual que sucede con el calzado, una forma de personalizar el gin-tonic para darle un toque diferente es el uso del color. Algunas marcas ya utilizan la paleta de colores para diferenciarse de la competencia, como The London Nº1, una ginebra con un característico color azul, o la tónica Nordic Mist Blue. Así que si quieres un gin-tonic azul lo tienes fácil. ¿Pero qué pasa si te apetece un combinado de otro color? ¿Hay alguna forma de pintar la ginebra de rojo, verde o color salmón?
En su día ya hablamos de otro de los giros de moda que ha experimentado el gin-tonic: combinarlo con té. Al utilizar las bolsitas de té que infusionan en frío para conseguir un tea-tonic se colorea la copa. El té verde con cítricos le dar un ligero matiz verde, mientras que las bolsitas que llevan ingredientes botánicos de frutas del bosque le aportan una tonalidad rojiza. Pero el tea-tonic también tiene sus inconvenientes. El primero es que no está pensado para colorear, sino para aromatizar la copa. Si quieres un gin-tonic rojo puedes sumergir una de estas bolsitas, pero ten en cuenta que vas a añadirle al combinado el sabor que tengan, y si no te gusta el té infusionado con frutas del bosque este remedio te va a servir de poco. ¿Hay alguna alternativa? ¿Y si en lugar de rojo quieres un gin-tonic azul pero no quieres utilizar The London nº1? Pues sí, existe una alternativa, y se llama colorante alimentario líquido.
En la mayoría de supermercados y cadenas de alimentación puedes encontrar unidades de colorante líquido en el pasillo de postres, junto a los caramelos, las vainas de vainilla y los sobres para hacer flanes y natillas. Los colores más habituales que se comercializan son el rojo, el azul y el amarillo, aunque en tiendas más especializadas puedes encontrar naranja, rosa, verde y hasta negro. ¡Sí, un gin-tonic negro! La gran ventaja de utilizar estos productos es que no aportan nada de sabor a la mezcla. Además, tampoco tendrás que preocuparte de que el borde de la copa o los labios se tiñan a cada sorbo, ya que una vez disuelto en el gin-tonic el colorante se mantiene homogéneo. Eso sí, tendrás que ir con cuidado al abrir cada envase, no vaya a ser que acabes con un arco iris en las manos.
Si llegado a este punto te estás preguntando cómo se utilizan estos colorantes, te diré que es muy sencillo:
- Sirve la ginebra en la copa de balón
- Introduce el hielo
- Abre la tónica y échale dentro unas gotas de colorante (con 4 ó 5 son más que suficientes). Verás que el colorante forma una capa en la parte superior, pero no te preocupes por esto.
- Sirve la tónica con la cuchara trenzada. Verás que al caer dentro de la copa irá coloreando el gin-tonic. Si no dispones de una cuchara trenzada prueba con una cucharilla de postre, aunque esto sólo es para que las burbujas no se rompan al entrar en contacto con la superficie de la ginebra. A efectos de color es indiferente servir la tónica con cuchara o directamente desde la botella.
- ¡No se te ocurra remover! Al terminar de echar la tónica verás que la mezcla ya ha adquirido el color deseado, no hace falta darle vueltas.
- Añade tu ingrediente aromatizador favorito
- Disfruta de tu gin-tonic
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