El otro día un amigo andaba buscando un cóctel sencillo para sorprender a su novia en una cena romántica. Se daba además la circunstancia de que su novia es fan de la serie Sexo en Nueva York, así que mi recomendación no podía ser otra que “prepárale un Cosmopolitan“. “¿Y eso cómo se hace?”, preguntó. En ese momento me di cuenta de que no sé hacer un Cosmopolitan. Vale, sé que lleva vodka, triple seco, zumo de lima y zumo de arándanos, pero ¿eran 1,5 ó 2 los centilitros de lima que hay que echar? ¿Y eran 4 ó 5 los que se utilizaban de arándanos? Siempre que surge una duda así en materia de cócteles clásicos lo mejor es acudir a la página web de la International Bartender Association.
Pero detrás de una barra resulta poco operativo pararse a buscar en el ordenador las medidas exactas de uno u otro cóctel. Y más cuando probablemente no encontremos uno a mano. Para casos como éstos viene muy bien tirar de las nuevas tecnologías y contar con algunas aplicaciones de mixología que se puedan consultar desde el teléfono móvil y que, además, te permitan modificar y añadir ingredientes o apuntar tus propias recetas.
Aunque para prevenir caídas de cobertura o de batería, lo mejor es tener siempre a mano las que posiblemente sean las dos mejores herramientas de coctelería de la historia: el bolígrafo y una pequeña libreta. Nadie es capaz de saber de memoria el teléfono de todos sus contactos y, hasta la aparición de los móviles, las agendas eran el mejor aliado para tener a mano el número de tus amigos, familiares o compañeros de trabajo. Con la mixología sucede lo mismo. Hay tantas recetas, tantas variaciones que se pueden hacer de éstas, y tantas ideas que surgen en mitad de la tarde para probar con nuevos cócteles que la memoria puede jugar una mala pasada. Por eso nunca viene mal tener una libreta y un bolígrafo junto a la coctelera, la cuchara imperial y el muddler. Podrás apuntar, organizar, describir y añadir las recetas.
Si quieres, también puedes apuntar en ella mi Twitter: @CulturaDeBar