Hay varias formas de darle un toque de creatividad a los cócteles, aunque probablemente ninguna es tan poco valorada como el hielo. Y sin embargo es muy sencillo aportarle un extra de estética a las copas dándole una pequeña vuelta de tuerca a la forma como utilizamos el hielo… O directamente a la forma del hielo que utilizamos. Por ejemplo, ¿y si en vez de usar los clásicos cubitos cuadrados echamos en el vaso un hielo esférico? Pues de esto va este post, de cuatro sencillos trucos con los que crear hielo en forma de pelota para sorprender a los clientes del bar, a los amigos a los que invitas a una fiesta o, sencillamente, darle un toque original a los cócteles y combinados.
1. Comprar hielo esférico a un proveedor
De todas las opciones para utilizar hielo redondo, ésta es la más eficiente y recomendable. Al menos la más recomendable desde mi punto de vista. Cada vez más proveedores de hielo ofrecen la posibilidad de comprarlo en forma de bola de distintos diámetros a un precio muy competitivo. Para una fiesta temática en un bar, pub o coctelería, lo mejor es comprar este tipo de hielos. Ahorrarás muchísimo tiempo y el resultado final es muy satisfactorio. Eso sí, para que te salga rentable deberás hacer un pedido amplio, ya que la mayoría de los proveedores que venden este tipo de hielos no acepta pedidos por debajo de las 50 o incluso de las 100 bolas. Si tienes un establecimiento ésta debería ser tu primera opción. Para fiestas en casa con amigos existen otros medios con filosofía Do It Yourself. Te recomiendo éstos:
2. Utilizar un molde esférico para hielo
En el mercado existen diferentes tipos de moldes específicamente diseñados para crear hielos con forma de bola. Su funcionamiento es similar al de las bandejas convencionales para hacer hielo en cubitos: se rellenan los huecos con agua, se mete en el congelador y listo. La ventaja es que obtendrás hielos esféricos perfectos. La desventaja es que estos moldes sólo permiten congelar entre tres y cinco bolas a la vez. Además, no son muy prácticos a la hora de desmoldarlos y pueden dejar rebabas en la zona donde se unen la parte superior y la parte inferior del molde.
3. Usar bolas individuales de congelación
Además de los moldes de congelación del párrafo anterior, también existen en el mercado unas bolas de látex que permiten crear pelotas de hielo de una en una. Se rellenan de agua por la parte superior, se congelan y, para desmoldarlas, se abren por la mitad. La ventaja es que pueden usarse tantas veces como se quiera e incluso puedes crear hielos redondos con trozos de fruta dentro. Pero lo más probable es que no todas las bolas de hielo te salgan perfectas y desmoldarlas tampoco es tan fácil como indica el fabricante. Si necesitas muchas bolas de hielo de una sola vez puedes perder mucho tiempo.
4. Rellenar globos de agua
De todas las opciones que he probado para crear bolas de hielo de forma casera, ésta es la que más me convence. También la más barata y la más divertida. Es tan sencillo como rellenar globos pequeños con agua y congelarlos. Mucho mejor si utilizas un dispensador de agua mineral en lugar de poner el globo bajo el grifo, ya que es importante que el hielo no tenga mucho cloro ni presente una fuerte mineralización para así evitar el efecto garrafón. En algunas zonas el agua del grifo es muy áspera y dura y no es adecuada para hacer hielos de calidad. La ventaja es que puedes crear muchas bolas de hielo de una sola vez y resulta muy fácil sacarlas de su molde (basta con cortar el globo con un cuchillo). La desventaja es que no te van a salir con una forma esférica perfecta y deberás vigilar mucho la cantidad de llenado de cada globo. Al no tener una media exacta es probable que crees bolas de hielo con un diámetro mayor que el de los vasos y luego no te entren a la hora de vestir tus cócteles y copas.