En España tenemos la fea costumbre de asociar un cubata a una irresponsable cantidad de alcohol con un poquito de refresco hasta el extremo de que en no pocos casos más de la mitad del trago la compone el destilado. Y para añadirle un poco más de temeridad al asunto lo servimos en vaso de tubo, lo que obliga a beber unos primeros tragos bien alicatados de alcohol si queremos rellenar el vaso con todo el contenido de la botella de refresco. Beber un combinado de este tipo no es cómodo. Para arreglar esto el primer paso sería desterrar el vaso de tubo y apostar por otro donde sí quepa el contenido completo de la copa que se sirve. Eso es tan fácil como coger un vaso de sidra, de tipo tumbler o una copa de balón. Pero ahora vamos con el segundo: ¿de verdad es necesario echar tanto alcohol?
En algunos países, especialmente los del área anglosajona, existen dispensadores que miden la cantidad exacta de alcohol por cada copa. Esta medida, denominada shot y que normalmente oscila entre los 4 y los 7 centílitros, suele provocar algunas discusiones entre clientes españoles que viaja a Inglaterra y los camareros locales. Que levante la mano quien haya pedido que se lo sirvieran doble, que con eso tan corto que le ponían el cubata se le quedaba en nada. Y es que tendemos a pensar que como el combinado español no hay nada, y que aquí lo servimos mejor que nadie porque no estamos sujetos a ninguna medida. Simplemente se vierte la botella de whisky, ron o vodka en el vaso y no se levanta hasta que no se haya llenado la mitad del mismo. ¿Y cuál es la versión más adecuada? ¿Existe una medida estandarizada de la cantidad de alcohol que debe llevar un cubata al uso?
Cócteles al rescate
Una manera de comprobar cuál es la medida más correcta que se debe servir en un cubata al uso es echar un vistazo a los cócteles clásicos que constan de una combinación simple entre un destilado de base y un refresco o mixer. El primer ejemplo que a todos se nos viene a la cabeza es el Cuba Libre, creado entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX. Según la receta oficial recogida por la International Barternders Association, sus medidas son las siguientes:
- 5 cl. de ron blanco
- 12 cl. de refresco de cola
- 1 cl. de zumo de lima
Otra sencilla receta que puede servir de referencia es el Destornillador, cuya receta oficial es la siguiente:
- 5 cl. de vodka
- 10 cl. de zumo de naranja
Si tenemos en cuenta que las botellas de mixers que se distribuyen en hostelería tienen entre 20 cl. y 25 cl. de capacidad, y dado que en España la costumbre es servir una entera por cada copa (en otros países los mixers se sirven desde un serpentín), la medida recomendada siguiendo las recetas oficiales para elaborar un Cuba Libre sería de entre 8 y 10 centílitros de ron. Para un Destornillador habría que servir entre 10 y 12 centílitros. Si haces una prueba con un vaso de tubo y un par de hielos te darás cuenta de que estas cantidades ocupan casi la mitad de la capacidad del vaso. ¿Quiere esto decir que la forma de servir un cubata al estilo español es la más indicada de todas? Pues no, aunque lo que leas a partir de aquí ya es una opinión personal.
Ni vasos de tubo ni más de 7 cl.
Una de las principales razones por las que no considero que la forma de servir cubatas en España sea la más correcta es por esa devoción que sentimos hacia los vasos de tubo. Todos los ingredientes que utilices para preparar una copa deberían acabar dentro de ésta y, sin embargo, cuando servimos un cubata en vaso de tubo siempre hay una cantidad de refresco o mixer que no cabe. Esto obliga al cliente a tener que dar varios tragos para completarlo, y ni que decir tiene que esos primeros tragos son como un gancho directo al hígado. Así que si vas a usar una botella completa de mixer (entre 20 cl. y 25 cl.), deberías emplear otro tipo de vaso. Y si sigues empeñado en que el de tubo es la mejor cristalería posible, entonces empieza por reducir la cantidad de destilado y/o refresco que sirves.
Otra razón para cambiar la manera como concebimos el cubata es tener en cuenta que no todas las personas tienen el mismo gusto ni toleran por igual la misma sensación alcohólica. Si sirves más cantidad de la que un cliente desea lo más probable es que deje la copa a medias y no te pida nada más. Si en cambio la cantidad que le pones le resulta insuficiente, siempre puede pedirte que le eches un poco más y quedar satisfecho. La conclusión de todo esto es que es preferible pecar de defecto -algo que se corrige de una manera tan sencilla como echarle un chorro más al cliente que así lo desee- que de exceso. Por otro lado, ni el que bebe desde el lado de la barra del cliente ni el que prepara un trago desde el lado del barman debería olvidarse de algo tan básico como es el consumo responsable. Debemos cambiar el beber por cantidad y saturación con el objetivo de emborracharse y hacerlo por calidad y placer, disfrutando de cada trago en lugar de sufrir con copas desequilibradas.
Vale, llegados a este punto, llega la gran pregunta: ¿qué cantidad de alcohol debería ser la adecuada en un cubata? Mi opinión personal es que deberían ser entre 5 y 7 centílitros por unidad de refresco o mixer (las botellas de 20 a 25 centílitros) y, a partir de ahí, si alguien lo prefiere más cargado que lo pida. Dicho de otra manera: de cada botella de whisky o ron deberían salir entre 10 y 12 cubatas. Por supuesto, habrá quien tenga otro criterio e incluso quien crea que los 20 centílitros que marcan las botellas de refresco son demasiados para un cubata. Pero ése es otro tema del que quizás hable más adelante.