En 1888 Henry C. Ramos, un bartender de Nueva Orleans, decidió crear una versión propia del clásico Gin Fizz. Lo que no imaginaba es que, dado que su receta requería un intenso agitado en la coctelera, iba a poner a prueba la musculatura de los hombros y brazos de decenas de camareros. Y es que su cóctel, que inicialmente se llamó New Orleans Fizz, pero que es conocido en todo el mundo como Ramos Fizz, acabó siendo tan popular que en 1915 tuvo que contratar a 35 hombres dedicados única y exclusivamente a agitar las cocteleras donde se preparaba este cóctel para satisfacer la alta demanda que había.