Todo el mundo bebe gin-tonics, ¿pero todo el mundo sabe realmente qué es un gin-tónic? Ésta es una de las conclusiones que dejó la VIII edición del Gin Show celebrado recientemente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Se trata de una evento que, con carácter periódico, reúne en un mismo espacio a numerosas marcas del sector de la ginebra para dar a conocer a profesionales de la restauración, y al público general, nuevas propuestas de servicio y recetas en torno al que ya es el destilado de moda en España. En esta ocasión hubo más de 60 referencias entre marcas de ginebra, tónica y otros mixers.
¿Y qué novedades y nuevas propuestas se dejaron ver en el evento como avance de lo que llegará a las barras este verano? Pues a diferencia de anteriores ediciones del Gin Show, novedades en materia de recetas hubo muy pocas. Más allá de algún cóctel alejado de la tónica general, de sugerencias de maridaje como combinar tea-tónic con gominolas, o de la llegada de tónicas cada vez más aromáticas (las hay de menta y chocolate), todo giró en torno al gin-tónic de cada after work: el de enfriar la copa con hielo abundante, servir 5 cl. de ginebra, mezclar con tónica y aromatizar con algún botánico. Eso sí, en algún stand proponían una vuelta de tuerca al perfect serve ayudándose, por ejemplo, de un sifón para infusionar los ingredientes botánicos en frío.
¿Fue entonces el VIII Gin Show un escaparate para beber más de lo mismo sin profundizar en nuevas técnicas o propuestas? Pues no exactamente. En los stands de las marcas quedó claro que a la gente le gusta el gin-tónic, y que lo que quiere beber es precisamente eso, sin más. Pero las botellas no fueron las únicas protagonistas del Gin Show. De hecho, ahora que todo el mundo bebe gin-tónic, quizás ha llegado el momento de enseñar a disfrutar del trago de moda, educando al consumidor en los tipos de ginebra que existen, en los diferentes matices que aportan los botánicos, en rituales de servicio… Y de eso sí que hubo abundantes raciones en el Gin Show. Una de ellas fue la mesa de aromas de Spicy Yuli, donde de la mano del bartender Miguel Figueredo los asistentes podían entrenar el olfato jugando con los diferentes ingredientes con los que se elaboran las ginebras.
Pero lo más interesante, sin duda, fueron las tres masterclasses que se celebraron. Dos de ellas fueron a cargo de dos marcas de ginebra: Gin Nº3 y Brockmans, pero a diferencia de otras masterclasses donde la marca que la imparte se dedica a alabar lo buena y bonita (aunque no siempre barata) que es su ginebra, en esta ocasión ambas casas apostaron por un contenido más amplio, tratando de profundizar en el fenómeno del gin-tónic y en ofrecer un mayor conocimiento y aproximación al universo de la ginebra sin caer en el autobombo, lo cual es muy de agradecer.
Gin Nº3 trajo a su masterclass a Geraldine Coates, editora de Gin Time y posiblemente una de las mayores expertas europeas en cuanto a ginebra se refiere. Coates hizo un recorrido por el pasado, el presente y el futuro de este destilado en el mercado español, aportando nuevos puntos de vista sobre cómo interpretar el fenómeno del gin-tónic. La masterclass de Brockmans, por su parte, consistió en una charla guiada por Jesús Bernad a través de las diferentes categorías y estilos de ginebra que se pueden encontrar.
La tercera de las sesiones, a cargo de Miguel Figueredo, fue una aproximación a la cata de ginebras mediante un taller sensorial que enseñó a los asistentes diferentes rutas para la percepción del aroma y el sabor de este destilado. Y es que ahora que todo el mundo bebe gin-tonics, ha llegado el momento de enseñarles a disfrutar de este trago educando y formando al consumidor en su producto favorito.