En 1908 Blasco Ibáñez escribió Sangre y Arena, una novela inspirada en el torero Manuel García Cuesta, conocido como El Espartero, cuya vida estuvo plagada de anécdotas tanto dentro como fuera de las plazas de toros. Poco imaginaba por aquel entonces el autor español que su novela sería llevada con éxito tanto al cine como a las barras de cócteles. De lo primero se encargó el actor Rodolfo Valentino, quien en 1922 protagonizó una película muda que trasladaba a la gran pantalla las hazañas de El Espartero, tal y como las había reflejado Blasco Ibáñez en el libro.
Aquella película tuvo tanto éxito que un barman decidió dedicarle un cóctel a Valentino inspirándose en ella. Así fue como nació el cóctel Blood&Sand (sangre y arena), o al menos así es como parece que sucedió, porque no se sabe a ciencia cierta quién fue el autor de la receta ni en qué bar la comenzó a servir. Esto tiene su lógica, dado que por aquel entonces (1922) en Estados Unidos imperaba la Ley Seca y no era muy recomendable ir publicitando por ahí que habías creado un nuevo trago alcohólico.
En cualquier caso, el bartender Harry Craddock recogió la receta y la publicó por primera vez en su libro de 1930 The Savoy Cocktail Book. Es un cóctel muy sencillo de preparar, ya que todos los ingredientes se mezclan en las mismas proporciones. Esto en lo que respecta a la receta original, ya que es frecuente que se varíen las cantidades añadiendo más whisky para imprimirle un carácter más fuerte.
Ingredientes:
- 2,5 cl. de White Label (o un whisky blended escocés similar)
- 2,5 cl. de Cherry Heering (o brandy de cereza)
- 2,5 cl. de vermouth dulce
- 2,5 cl. de zumo de naranja
Preparación: Agita todos los ingredientes en una coctelera con hielo y sirve la mezcla colada en una copa de cóctel. El trago se decora con un twist de naranja.
