A finales de 2011 la Estación Espacial Internacional puso en marcha un proyecto científico para conocer cómo actúan los terpenos en gravedad cero. Dicho así no parece nada del otro mundo, pero si tenemos en cuenta que los terpenos son unas moléculas complejas que participan en la maduración de los destilados, que los ingredientes básicos del experimento consistían en malta de cebada y partículas carbonizadas de madera de roble, y que una de las empresas implicadas en el mismo era la destilería de whisky Ardbeg, la cosa adquiere otro tinte. Porque de lo que se trataba era de averiguar cómo influye la ausencia de gravedad en los procesos de destilación y maduración del whisky. Y esto no es ninguna excentricidad, ya que los resultados del proyecto pueden tener importantes aplicaciones prácticas en la industria de las bebidas y la alimentación.
El experimento es el siguiente: Ardbeg seleccionó dos grupos de estos componentes, uno de ellos lo mandó a la Estación Espacial Internacional y el otro permanece en la Tierra. La idea es estudiar cómo interaccionan en un ambiente de gravedad terrestre y de gravedad cero y comparar los resultados. De esto han pasado ya dos años durante los cuales el primero de los grupos ha ido dando 15 vueltas diarias alrededor de la Tierra. Se prevé que a lo largo de 2014 se den a conocer los resultados del experimento, que permitirá conocer, entre otras cosas, cómo actúa la ausencia de gravedad en la maduración del whisky.
Es probable que a finales de este año la destilería Ardbeg lance al mercado una edición especial de su whisky conmemorando el hito, tal y como hiciera en 2012 con Ardbeg Galileo, un whisky conmemorativo del primer aniversario de la puesta en marcha del experimento que fue elegido mejor whisky de su categoría en los World Whiskies Awards. Llendo un poco más lejos y especulando con una destilación de ciencia ficción: ¿llegará el día en que los astronautas lleven barricas de whisky en sus misiones a la Estación Espacial Internacional para que envejezcan en el espacio?