Estamos en Navidad, una época en la que las comidas y cenas se multiplican en la mesa… y acaban trasladándose al bar, pub o barra de hotel más cercanos. Por eso es habitual por estas fechas que aparezcan nuevos cócteles confeccionados para aprovechar el tirón de este tipo de celebraciones navideñas. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con la cocina, en la barra del bar es difícil encontrar recetas que sean específicamente navideñas, o que al menos contengan un elemento que les haga propias de estas fechas. En muchos casos se limitan a cambiar la decoración o añadirle un nombre relacionado con el invierno para que resulten tragos de Navidad. Abundan así los ponches, los cócteles cremosos e incluso los tragos que se sirven calientes. ¿Pero son sabores genuinamente navideños o simplemente se trata de una operación de marketing para vender más?
Como en Notesubasalabarra no hemos encontrado ninguna receta que consideremos genuinamente navideña -aunque existen multitud de propuestas a base de champagne, que es probablemente la bebida más consumida en cenas y celebraciones-, hemos decidido inventar una. Y nada de espumillones, decoraciones con forma de nieve, ponches ni cócteles espumosos que se sirven en copa de flauta. La idea de un cóctel exclusivamente navideño es que sepa a Navidad. ¿Y a qué sabe la Navidad? Pues, entre otras cosas, a turrón. Así pues, el objetivo ha sido crear un cóctel de turrón.
La primera idea era utilizar como base un licor o un sirope de turrón, pero al no encontrar nada similar en el mercado aposté por hacer una crema casera deshaciendo un poco de turrón blando con leche y ginebra francesa Saffron. Al principio la hice sin ginebra, pero me dí cuenta de que resultaba demasiado empalagoso (para mi gusto), así que opté por buscar un destilado que sirviera para equilibrar ese exceso de dulzor dándole un matiz nuevo al turrón.
Una vez lista nuestra crema llega el turno de ensamblar el cóctel. Como el ingrediente estrella del turrón es la almendra, no podía faltar en esta receta el amaretto (la marca más popular es Disaronno), aunque después de comprobar que al mezclarlo con la crema de turrón el resultado final sabía demasiado a almendra, probé con una segunda versión que incluía hazelnut liquor (Frangélico) para compensar este exceso. Y nuevamente, para evitar que resultara excesivamente dulce y equilibrar la mezcla, le añadí el zumo de media lima como corrector.
Tras realizar varios experimentos por fin salió el cóctel de turrón: se agita enérgicamente en una coctelera con hielo la crema de turrón blando con Saffron, el amaretto, el Frangélico y el zumo de media lima y el resultado es la foto que preside este post. Y si buscas una versión con una textura diferente prueba a prepararlo al estilo frozen en una licuadora con hielo picado. La decoración consiste en un fruto de anís estrellado, que se sostiene en la superficie gracias a la cremosidad del cóctel.